–Mira, amiga, ya no es que por fin haya perdido esos kilos de grasa que me estaban agobiando, que en eso Iraima es insistente: “recuerda que el peso es una medida de control más, no un objetivo único a conseguir”. 

Pero vamos que si noto el cambio: me siento deshinchada, tengo menos gases, mejores digestiones y me encuentro a tope de energía.

Y lo mejor es que no he sentido en ningún momento que estaba haciendo dieta. Y mi amiga Patricia me contó lo mismo, que nada de sentirse a dieta.

He aprendido a hacer menús rápidos, fáciles y sabrosos según mis necesidades, es decir, para mi edad, mi tipo de trabajo, mis circunstancias y la actividad física que yo hago. Y los puedo preparar para toda la familia.

Y cuando salgo a comer puedo disfrutar tranquilamente, sin agobios y sin frustración. 

–¡Pásame el teléfono de Iraima y porque le mando WhatsApp ahora mismo!