– Pues mira Pepa, a mí me ha ayudado a:
Perder los kilos de grasa que me estaban agobiando, pero además.
Aprender a hacer menús rápidos, fáciles y sabrosos que se adaptan a mis necesidades, es decir a mi edad, tipo de trabajo, actividad física y hasta los puedo preparar para toda la familia.
– Y ya no es cuestión solo del peso (que en eso Iraima es un poco insistente diciendo: “recordar que el peso es una medida de control más, no un objetivo único a conseguir”) es que me siento más deshinchada, tengo menos gases, mejores digestiones y me encuentro a tope de energía.
– Y sabes lo mejor, que no he sentido en ningún momento que estaba haciendo dieta, ella me ha recalcado desde el primer momento que a través del coaching nutricional lo que iba a hacer era ayudarme a transformar mi alimentación para siempre, y así ha sido.